domingo, 27 de septiembre de 2009

jueves, 17 de septiembre de 2009

sábado, 12 de septiembre de 2009

La Marina Brasilera detuvo el velero.

El mismo día que llegué a Santos, un mecánico y un electricista de marina me ayudaron a acomodar el desorden de abordo.
Encontramos finalmente la falla del malacate y comenzamos, paso a paso, a buscar la de calentamiento de motor.
Cuando llegó el profesor de vela, sorpresa! Nos vió pasar el canal de San Sebastián dando bordes en solitario... Así que al rato las drizas ya estaban abajo y nuevas velas colocadas en lugar de las perdidas y rifadas.
El Comandante me hizo un pasaporte para transitar por la Base, faltaba reponer baterías de servicio, bomba de achique, gasoil y mercado.
Al otro día, temprano, arrancamos con el mecánico, en el tema refrigeración.
Al mediodía, encontramos una solución. Luego de más de dos meses de renegar con ese problema. Una bomba y una batería. La bomba había que recorrerla y faltaba la otra...
Y llegó la notificación.

Nuevamente, en base a una falsa denuncia, JB pedía, esta vez vía judicial, la búsqueda y aprehensión del Patagón de Acero.
En la cara de todos los que me ayudaron, se reflejaba lo que yo sentía.
Con mucha bronca y pena desembarqué todos mis bolsos y los de Martín que habían quedado abordo. No me olvidé los vinos, pero si el queso..
Me habían ayudado como si vinieran abordo. Y perder así... Con una orden conseguida ese mismo día 10.
Poderoso caballero don Dinero.

Pasado el primer momento de incertidumbre decidí la acción.
Rio de Janeiro. Abogado. Tribunales. Para empezar...
Luego, de regreso en la Patria, vendrá el resto.
JB eligió el crimen para discutir una acción civil de cobro de honorarios y gastos.
Dos veces asaltó el barco con parapoliciales.
El Patagón ahora está amarrado en la Capitanía de Puertos de Santos, a disposición de la justicia.
Y en la justicia se va a definir.
De nuevo, gracias a todos los que apoyaron la pelea.

Internet me salvó...

Regresé abordo después del último post y el barco había tenido la visita de los amigos de JB.
Soltaron las drizas al tope de los mástiles.
Desenvergaron el G1. Se llevaron las baterías de servicio y otras cosas que encontraron por ahí.
Dijero que volvían al otro día, a pesar de ser el Día de la Independencia de Brasil.
La que no pone para pagar sus cuentas, la pone para pagar mercenarios...

Zarpé al toque.
Para descubrir que el motor calentaba de más y la bomba de sentina no funcionaba.
La corriente iba para el Sur, vámonos pal Sur.
Icé mayor con amantillo y trinqueta primero y G1 sin relingar después, con driza de spy.
Al amanecer ya había hecho más de 20 millas.
Me tiré un rato a descansar.
Y me agarró el tornado. Con piloto automático y todo arriba.
Tuve que cortar driza de spy... mi única driza de tope de proa, y se rifó la mayor, que era un trapito.
Sin velas, sin drizas, sin motor. Entre islas. Era de correr y apuntarle a los agujeros.

No voy a decir que no pensé en dejarlo ir a la playa.
Antes, un amigo me propuso que use el gasoil para hacer una fogata.
Me ligué con lo del seguro y decidí que JB no se iba a salir con la suya.
Creo que todo esto desencadenó porque el le puso las fichas a la póliza de seguro.
Un pajarito, como un gorrión, de pecho rojo y lomo negro y antifaz, se posó en medio de la tormenta. Eramos dos y ahora tres. Ibamos a salir adelante.
En esas condiciones, así esquivara las piedras, no iba a poder entrar a puerto.
Mayday.
Los amigos desde tierra hicieron el aguante. Prefectura, Consulado, movieron cielo y tierra.

A pesar de lo crítico de la situación, no temía seguir en el mar.
Temía lo que podía ocurrir en tierra, con una banda parapolicial a la que le pagaron por mi cabez, y que evidentemente, actuaba fuera de Rio de Janeiro, porque Ilha Belha, es estado de Sao Paulo.

A las cuatro de la mañana, en contacto con el Consulado Argentino, tomaba amarra en el muelle de Capitanía de Portos de Santos.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Se le escapó la tortuga...!

Me clavé una cachaza e hice lo que digo que nunca hay que hacer. Entré a la comisaría por mi cuenta.
Antes había charlado con mi abogado de Argentina, el capitán Golondrina y con una abogada de Rio, la doctora Iara... un amor virtual que clavó cupidoen la hora y el lugar certo.
Mostré el despacho, la salida del país, los telegramas, expliqué que el barco volvía a Mar del Plata para que el tipo pague sus deudas en juicio.
El detective, Messina, 55 24 3377 8611 dijo... es una denuncia falsa!
Hice fotocopias de todo y cuando llamó el abogado de JB le pedimos que viniera a la comisaría.
(El quería charlar conmigo en una posada...)

Como el abogado no venía el poli me dijo que fuera a dormir a una posada.
Yo le dije que vivía abordo, y que además... mi barco ya estaba despachado.
Pregunté por Martín, me dijo que se presentó a declarar como testigo por su voluntad y se fue.
El poli me advierte que JB contrató un policía para cuidar el barco.
No encontré a Martín en el cyber de todos los días..
Me fui a la Praia Grande y el barco no estaba! Si estaba. En otra boya, más lejos, sin el bote.
Encontré nuestro bote en la playa, lejos. Sin remos. Remé con las manos.
Abordé y apareció un negro grandote y dormido.
Yo soy el capitán de este velero y tomo el comando le dije.
No hizo falta usar la violencia.
Lo dejé en un muelle de la ciudad y zarpé.
Llamé al detective, me despedí, le dije que por la denuncia falsa se arreglara él y que la próxima en Angra tomábamos una gelada.
Al rato llamó el boga. Quería negociar. Le dije que si no hablaba con Martín no negociaba nada.

No fue fácil 15 toneladas de acero en solitario, sin bombas de sentina, sin gasoil y sin agua potable.
Sin viento al navegar tres días y luego con 25 nudos de geta al fondear, bordes de genoa y mayor. Pasando el paño a mano para que el estay de trinqueta no joda.
Y largar y cobrar el ancla a mano.
Entre decenas de escunas.

Pero este maricón tiene policías a sueldo. Y acá en Brasil, eso viene de la mano del matador.
Y no me iba a quedar a discutir nada en esas condiciones.
Cuando lean este post, estaré de nuevo en la mar.
Algunas de las causas, no son excarcelables.
Batán lo espera.

Ahora si, como decía el telegrama, hago responsable de cualquier cosa que me pueda ocurrir, a este cobarde: Javier Brizuela.
No es al mar que le temo. Le temo a la traición.

Javier Brizuela, DNI 11991782, secuestró a Martín Alvarez.

La novela de la tarde, se hizo policial barato.
Hasta acá veníamos que le llevábamos el barco de vuelta a Mar del Plata para que pague lo que debe.

El día 04 de Setiembre, después de que hice la salida del país en la Policía Federal y del barco en Capitanía dos Portos, con destino a Mar del Plata como decía el telegrama...
Javier, con un abogado de Sao Paulo llamado Anderson y un policía militar fuera de servicio pagado por él, se aparecieron por el velero Patagón de Acero y se llevaron por la fuerza a Martín. (Todas sus cosas quedaron abordo, y su celular, casualidad, en manos de Javier Brizuela)
Se llevó también la bitácora de abordo, comprobantes de pago, elementos personales de Martín y míos y hasta mi pipa!
Veinticuatro horas después, amenzado telefónicamente de hacer una denuncia por desaparición de Martín en Argentina, Martín fue liberado.
Con el pasaporte y en ojotas. Sin un mango y sin haber comido ni bebido.

Pudo tomar un bus y ya está a salvo en territorio Argentino.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Nuevo número en Brasil

00 55 24 9218 5283

Bracuhy



Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley la espuma y el viento, mi única patria la mar...