Creíamos haber sobrevivido a la segunda fusiladora, tal vez por eso no nos dimos cuenta de que la nota fue pautada como "Víctor Dunas" en la grilla de redacción de la Revista Weekend. Para los marinos y navegantes deportivos los noventa prometieron ser lo que siempre soñamos, hasta que vivimos en carne propia aquello de que es muy difícil realizarse en una sociedad que no se realiza.
En Tierra del Fuego dos asociaciones resisten, la de Río Gallegos zarpó junto al Tommy Rodríguez y muchos perdimos el rumbo corriendo, más que capeando. Hace falta tener el lomo cascoteado para admitir que es mucho más fácil perder el rumbo corriendo que capeando.
Que la mano del amigo no se caliente en tu mano, decía Vito.
El próximo viernes 20, la agrupación de navegantes Vito Dumas, de Quequén, festejará sus 25 primeros años. Un puñado de valientes, fundaron esa asociación opuesta en la ribera y la idea al yacht club y le dieron el nombre del "navegante depuesto".
En aquellos tiempos, si lo nombrabas, era posible que te quedaras en el muelle y que nunca más te invitaran a navegar.
Los que resistían eran muy pocos y muy pocos veleros argentinos navegaban nuestro mar patagónico, malvinero y antártico.
Un mar reservado para los extranjeros.
Los mismos que desaparecieron en vida a Vito son los que solo miran al norte cuando zarpan, le dicen Navy a la Armada y patriota a Nisman.
Pequeños veleros, grandes marineros! El Beto Cella llevaba al Lobizón a los 40 Bramadores y el Porito obligaba a los marplatenses a decir Vito Dumas, Gustavo Díaz viraba el Cabo de Hornos con el Gandul, el Hormiga Negra recalaba en el país de hielo y el Patagón las Malvinas.
A todos los que alguna vez fondearon en la Vito Dumas, a los que creen que la altura de los mástiles en los veleros es como la silicona en las mujeres, a los que renegaron de la cultura y las tradiciones de los fusiladores que luego reciclaron en ladrones de bebés, a todas y todos los navegantes, especialmente a los que no salvamos compañeros perseguidos por la dictadura llevándolos a vela a Uruguay y no nos desaparecieron como a Deryck, o a Conti, ni nos llamaron El Mufa.
Los que alguna vez parimos la gran regata oceánica del Río de la Plata, las 500 Millas, creemos que entre las mil flores que nos dejó Néstor, hay una para el gran encuentro de navegantes. Especialmente porque hace ya una década que tenemos mejores modelos que la competencia, como es la solidaridad.
"Voy en este mundo materialista, a realizar una empresa romántica para ejemplo de la juventud de mi país" Vito Dumas
Lo de innombrable, se lo ganó cuando fue capitán de la Goleta Juan Perón.
Toni López
Colaboré con texto y fotos de náutica con las revistas Weekend, Timoneles, Bienvenido a Bordo, Tiempo de Aventura, Naveguemos, SA Yachting (RSA), Navegar (España) y CruisingWorld (USA) 1987/2009
Dirigí la Escuela Islas Malvinas del puerto de San Isidro desde su fundación 1989 hasta el cierre en 1999.
Creador y organizador de las 500 Millas del Río de la Plata, 1994/1998.
Recalé Puerto Argentino a vela y sin GPS en 1989 y 1992 con los veleros Patagón y Malabar.
Director y productor del documental: Patagón Malabar Veleros en Malvinas.
Abordo del Anita C realicé, a vela y sin motor, enero 1999 Mar del Plata Capetown Río de Janeiro Tristan Da Cunha Hout Bay Santa Helena Natal Ascensión Salvador de Bahía Montevideo Buenos Aires Dakar y vuelta hasta que lo perdí en la Playa de Hann en 2005.
